La galaxia espiral ESO 137-001 parece un diente de león atrapado en la brisa en esta nueva imagen compuesta del Observatorio de rayos X Chandra y el Telescopio Espacial Hubble .
La galaxia se está acercando a la parte superior izquierda de esta imagen, entre otras galaxias del cúmulo Norma ubicado a más de 200 millones de años luz de distancia. El camino es duro: el gas intergaláctico en el cúmulo Norma es escaso, pero tan caliente a 180 millones de grados Fahrenheit que brilla en los rayos X detectados por Chandra (azul).
La espiral se abre paso a través del hirviente gas intra-racimo tan rápidamente, a casi 4.5 millones de millas por hora , gran parte de su propio gas es capturado y arrancado. Los astrónomos llaman a esto "remoción de presión de ariete". Las estrellas de la galaxia permanecen intactas debido a la fuerza vinculante de su gravedad.
Los andrajosos hilos de gas, los zarcillos de medusa azul que luce ESO 137-001 en la imagen, ilustran el proceso. La presión de la ram ha hecho que este gas se aleje de su hogar en la galaxia espiral y se extienda al espacio intergaláctico. Una vez allí, estas franjas de gas han hecho erupción con estrellas jóvenes y masivas, que emiten luz en vívidos azules y ultravioleta.
La región marrón y ahumada cerca del centro de la espiral está siendo empujada de manera similar, aunque en este caso son las pequeñas partículas de polvo, y no el gas, las que están siendo arrastradas hacia atrás por el medio intragrupo.
Desde una perspectiva de formación de estrellas, ESO 137-001 realmente está esparciendo sus semillas en el espacio como un diente de león en el viento . El gas extraído ahora está formando estrellas. Sin embargo, la galaxia, drenada de su propio combustible de formación de estrellas, tendrá problemas para hacer estrellas en el futuro. Al estudiar esta espiral descontrolada y otras galaxias similares, los astrónomos esperan comprender mejor cómo las galaxias forman estrellas y evolucionan con el tiempo.
La imagen también está decorada con cientos de estrellas de la Vía Láctea. Aunque no están conectadas en lo más mínimo con ESO 137-001, estas estrellas y las dos galaxias elípticas rojizas contribuyen a una vibrante vista celeste.
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