En lo que respecta a las galaxias, el tamaño puede ser engañoso. Algunas de las galaxias más grandes del Universo están inactivas, mientras que algunas galaxias enanas, como ESO 553-46 fotografiada aquí por el Telescopio Espacial Hubble de NASA / ESA, pueden producir estrellas a un ritmo vertiginoso. De hecho, ESO 553-46 tiene una de las tasas más altas de formación estelar de las aproximadamente 1.000 galaxias más cercanas a la Vía Láctea. ¡No es poca cosa para una galaxia tan diminuta!
Cúmulos de estrellas jóvenes y calientes están salpicando la galaxia, ardiendo con un feroz resplandor azul. La intensa radiación que producen también hace que el gas circundante se ilumine, que es de color rojo brillante en esta imagen. La pequeña masa y el color distintivo de las galaxias de este tipo llevaron a los astrónomos a clasificarlas, apropiadamente, como enanas compactas azules (BCD).
Al carecer del núcleo y la estructura claros que tienen muchas galaxias más grandes, como la Vía Láctea, los BCD como ESO 553-46 están compuestos por muchos grandes cúmulos de estrellas unidas por la gravedad. Su composición química es interesante para los astrónomos, ya que contienen relativamente poco polvo y pocos elementos más pesados que el helio, que se producen en las estrellas y se distribuyen a través de explosiones de supernovas. Tales condiciones son sorprendentemente similares a las que existían en el Universo temprano, cuando las primeras galaxias comenzaban a formarse.
Crédito: ESA / Hubble & NASA
Crédito de texto: Agencia Espacial Europea
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