Apareciendo dentro de la oscuridad ilimitada del espacio en esta instantánea del Telescopio Espacial Hubble de la NASA / ESA, NGC 34 se parece más a una criatura bioluminiscente de otro mundo de los océanos profundos que a una galaxia. Situada en la constelación de Cetus (el Monstruo Marino), la región exterior de la galaxia parece casi translúcida, salpicada de estrellas y extraños zarcillos tenues.
La principal causa de la extraña apariencia de esta galaxia radica en su pasado. Si pudiéramos revertir el tiempo unos pocos millones de años, veríamos dos hermosas galaxias espirales en curso de colisión directa. Cuando estas galaxias chocaron entre sí, sus intrincados patrones y brazos espirales fueron alterados permanentemente. Esta imagen muestra el centro brillante de la galaxia, resultado de este evento de fusión que ha creado un estallido de formación de nuevas estrellas e iluminado el gas circundante. A medida que las galaxias continúen entrelazándose y convirtiéndose en una, la forma de NGC 34 se volverá más parecida a la de una galaxia peculiar, desprovista de cualquier forma distinta.
En la inmensidad del espacio, las colisiones entre galaxias son eventos bastante raros, pero pueden ser numerosos en mega-cúmulos que contienen cientos o incluso miles de galaxias.
Crédito del texto: Agencia Espacial Europea (ESA)
Crédito de la imagen: ESA / Hubble & NASA, A. Adamo et al.
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